Gerbera: la flor para transmitir alegría

Las gerberas tienen un aspecto similar a las margaritas y al girasol y además de ser unas magníficas ‘decoradoras’ de hogar en algunos rincones del planeta son usadas como bebida aromática e incluso para aliviar dolores musculares. Llaman la atención por su colorido variado, pasando desde el blanco puro, hasta el rojo, así como el naranja, el amarillo o el rosa. Ese colorido y su belleza la ha convertido en una de las flores más populares del mundo.
Suponen también una magnífica idea para regalo por las connotaciones que son asociadas a ellas: la importancia de una persona para quien regala, así como la alegría (por su vigorosidad y colorido), y también la inocencia. Pero si queréis alegrarle el día a alguien no dudéis en optar por un ramo de gerberas. El éxito estará garantizado.
Se trata de una flor originaria del Sur de África y que fue ‘bautizada’ por el naturalista alemán Traugott Gerber y que ha tenido numerosas variedades fruto de las hibridaciones que se han llevado a cabo para lograr los diferentes colores que posee.
Su cuidado no es excesivo, por lo que tampoco será muy complicado mantenerla con su habitual brillantez. Basta con mantenerla con luz, aunque, eso sí, el exceso y las altas temperaturas pueden provocarle graves perjuicios.
Como curiosidad, os contamos que en Suecia es el símbolo de la lucha contra el tabaco. De hecho, la Asociación Sueca de No Fumadores la utiliza como símbolo de su causa, por lo que cada 31 de mayo, fecha en la que se celebra el Día Internacional contra el Tabaco, se suele entregar una gerbera a las personas que no fuman. Una iniciativa que también se ha utilizado en otros países nórdicos como Dinamarca.
Con todos estos ingredientes, seguro que estás pensando en alguien a quien regalar un ramo de gerberas: bien porque quieres demostrarle lo importante que es en tu vida, o porque necesita alegría a su lado. En nuestra tienda online tienes las mejores y al mejor precio para que no tengas que preocuparte por nada. Salvo que seas fumador y te la regalen… ¡menuda indirecta!