Gracias, gracias y gracias para cada uno de nuestros clientes anónimos, para nuestro primer cliente “grande”, El Jardín de Páramo, y a partir de ahí nos encontramos, vinieron o los buscamos, pero se quedaron con nosotros Ayuntamiento de Salamanca, USAL, UPSA, Diputación de Salamanca, JCyL, Alameda Palace, Hotel Regio, Hoteles NH, Hospes Palacio de San Esteban, Hotel Doña Brígida, Gran Hotel y Hotel Monterrey con la familia Gil, Gran Hotel Corona Sol, Disan, La Gaceta de Salamanca… y en otro orden decorativo: La Dolorosa, Santa Teresa… Otros han ido, han vuelto y se han quedado o no, pero siempre les estaremos agradecidos.
Probablemente, por más que repaso, me quede con alguien en el tintero; si es así lo siento al haber personalizado en los anteriores. Sería una lista interminable de personas, empresas e instituciones a las que agradecer que aquella locura de abrir una floristería en la avenida Maristas, 2 (calle sin asfaltar, con un desnivel a la puerta de entrada de más de 1 metro de cuesta) al final se convirtiera en un sueño cumplido, en un cuento de hadas en la mayoría de las ocasiones.
Abrimos el 10 de octubre de 1989, con unas ilusiones que no cabían en el universo, y después de miles de avatares, un banco que nos deja en la estacada, unos cacos que nos roban el día antes de abrir, intereses por las nubes con los coletazos de la guerra del golfo… Nada ni nadie pudo parar la ilusión que tanto Charo como yo habíamos puesto en el empeño en nuestro primer proyecto de vida juntos, al que luego se unieron mis hijos, Sara y Luis, ayudando desde muy, muy pequeños.
Una vez abierto había que darle un vuelco al concepto de floristería reinante en Salamanca y comenzamos a tener variedades de flores no habituales, un servicio real de 24 horas, una personalización absoluta de la atención y de la decoración, un reparto exprés, un cuidado excelso de nuestros escaparates, de nuestra imagen en definitiva. Todo ello dio paso a esta maravillosa rueda que nos ha llevado al 2019 con las mismas ilusiones y fuerzas que aquel 10/10/1989.
Hemos estado -y estamos- presentes en los eventos más importantes que se han celebrado en Salamanca, y también allende de nuestras fronteras. Floristería Oficial en todas las Cumbres celebradas en Salamanca, en las visitas de las más altas autoridades, emperadores de Japón, nuestros Reyes… ; decoramos los espacios en el antes y después de Salamanca , Salamanca 2002 -con conciertos memorables como el de Montserrat Caballé-, Coordinadores de la Copa de Europa de Arte floral celebrada en nuestra ciudad, ganadores y finalistas dos años en el certamen internacional de Flores en Bruselas bajo el tema “Decoraciones integrales para eventos”, y por supuesto ganadores cada día, con cada cliente/amigo que pasa por nuestras instalaciones y sale con una sonrisa por nuestra atención, por nuestro trabajo.
Podría extenderme en un curriculum basado en el estudio como Maestro Superior de Arte floral y oficializado en España, Bélgica e Italia que nos ha dado la posibilidad de una formación continuada para nuestro personal y con ello extender el hacer florista a nuestros clientes, pero creo que esta extensión y su acierto o no está en manos de ustedes, los que a lo largo de estos treinta años han disfrutado o al menos lo han intentado con nuestros arreglos florales.
Como cabeza visible de la empresa, me siento orgulloso de nuestra gran riqueza: una plantilla de compañeros, colegas, amigos que reman siempre de forma unánime y sin mirar atrás.
No puedo terminar sin agradecer su dedicación para con nuestra empresa a la familia que desde el minuto uno siempre estuvo apoyando, y por supuesto a los compañeros que fueron muy importantes en nuestro desarrollo y luego su vida tomó otros derroteros: Encarna, Espe, Laura, Alejandra, Luis, Carlos… y hacer una atención especial en el origen del gusano floral en mi vida a Rufino Román Pacheco, excelso amigo y mejor persona.